La Ilíada es quizá unos de los libros más célebres emanados de una guerra.

Crédito: Alma Clásicos Ilustrados
La guerra es mucho más antigua que la palabra escrita. Muchos milenios antes de las tablillas de Sumeria y el alfabeto fenicio, el homo sapiens sabía guerrear. Comer, matar, fornicar, sobrevivir. Durante miles de años no hicimos otra cosa. Si es verdad que el primer gran genocidio fue el cometido por los sapiens contra los neandertales, la única certidumbre es que no hubo palabra escrita para narrarlo.
Después inventamos la poesía y lo primero que hicimos fue cantar a la guerra: “Canta, oh musa, la cólera del pélida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves”. Gracias a La Ilíada sabemos que hace más de tres milenios Troya fue asediada y masacrada como hoy lo está siendo Ucrania.
Tal vez no sea para enorgullecernos, pero la guerra ha inspirado algunas de las mejores páginas de la literatura universal. Hoy les comparto esta personalísima lista con las obras que como lector me han dejado una huella más profunda.
LA ILÍADA Por supuesto, debemos comenzar con la madre de todas las epopeyas. En 24 rapsodias y 15 mil 693 versos, Homero (cuya autoría y existencia aún son discutidas) nos narra el drama del último año de la guerra de Troya. La rabia de Aquiles, los celos de Agamenón, el honor de Héctor, el amor paternal de Príamo. Uno de los pilares de nuestra cultura que tres milenios después nos sigue conmoviendo
EL ARTE DE LA GUERRA La matriz de la que amamanta la táctica y la estrategia bélica a través de los milenios. Escrita por el maestro militar chino Sun-Tzu en el Siglo V a.C, pero publicada en Europa hasta el Siglo 18, estos 13 capítulos han inspirado lo mismo a estrategas militares de todo el mundo que a modernos empresarios y tiburones financieros.
COMENTARIOS DE LA GUERRA DE LAS GALIAS Llegué al tema gracias a mi añeja afición por los cómics de Astérix. Primera gran obra testimonial escrita de primera mano por un señor de la guerra. En ella, Cayo Julio César narra en tercera persona y con elevadas dosis de egocentrismo ocho años de campaña militar romana en lo que hoy son territorios de Francia, Bélgica y Suiza.
HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA Pese a que el Zeitgeist actual la ha puesto en duda y la ha sentado en el banquillo de los acusados, la de Bernal Díaz del Castillo sigue siendo la obra fundamental para entender y dimensionar la Conquista de México. El choque de dos culturas narrado por un lector del Amadís de Gaula. Imprescindible leer también las Cartas de relación, de Hernán Cortés.
GUERRA Y PAZ El gran mural de una época, la novela total por excelencia en la que León Tolstói narra medio siglo de historia rusa con epicentro en la invasión napoleónica a Moscú extendiéndose hasta la revuelta Decembrista y las primeras tentativas revolucionarias. Del campo de batalla a las intrigas palaciegas y la revuelta callejera, Tolstói fue el gran muralista narrativo de su siglo.
TEMPESTADES DE ACERO El testimonio del soldado raso alemán Ernst Jünger desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial en donde fue herido catorce veces. Acaso la primera gran narrativa vivencial de un combatiente de bajo rango desde el horror del campo de batalla. Señalado por glorificar la guerra, su contraparte es Sin novedad en el frente, de su compatriota Erich María Remarque, donde se narra el horror de la guerra sin pizca de heroísmo y desde una visión antibelicista.
ADIÓS A LAS ARMAS La gran novela de amor y guerra con elevados tintes autobiográficos en donde Ernest Hemingway plasma sus vivencias como conductor de una ambulancia en la Italia de la Primera Guerra Mundial inmortalizando el romance entre el soldado Frederick Henry con la enfermera Catherine Barkley. Un extraordinario complemento del mismo autor es Por quién doblan las campanas, donde Hemingway narra el horror de la Guerra civil española donde fungió de corresponsal.
CARTUCHO Relatos de la lucha en el norte de México La tormenta revolucionaria villista en Chihuahua y Durango narrada desde la mirada de una joven con un lenguaje franco y sencillo. No es una novela, sino un conjunto de pequeños relatos y anécdotas breves en donde se plasma la decadencia de la División del Norte. La primera obra de guerra escrita por una mujer mexicana, Nellie Campobello.
TROPA VIEJA El llamado novelista del soldado, Francisco L. Urquizo, narra esta novela desde la mirada de Espiridión Sifuentes, un forzado recluta del ejército federal porfiriano que debe combatir a la revolución maderista. En lo personal es mi novela favorita de la Revolución, si bien el gran clásico imperdible es Los de abajo, en donde el médico militar Mariano Azuela narra las andanzas del campesino zacatecano Demetrio Macías. Imperdible también Se llevaron el cañón para Bachimba, de Rafael F. Muñoz, legado literario de la rebelión orozquista.
DIOS EN LA TIERRA Uno de mis cuentos favoritos de todos los tiempos. Un desgarro ontológico y un derroche de fuerza prosística con que José Revueltas narra el odio ciego de la Guerra Cristera como si se tratara de un relato del Antiguo Testamento.
EL DIARIO DE ANA FRANK El drama y el infierno del holocausto narrado a través de los ojos de una niña judía de Ámsterdam que permaneció oculta dos años y medio y acabó muriendo en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Mi hijo Iker la está leyendo como parte de su materia de lectura en sexto de primaria y al ver sus emociones y su reacción, compruebo la vigencia e inmortalidad de este diario.
EL VIOLONCHELISTA DE SARAJEVO Me confieso un apasionado del tema de la Guerra de los Balcanes y acaso una de las mayores herencias literarias que nos ha legado el conflicto es esta novela donde Steven Galloway narra la supervivencia de la belleza, el arte y la dignidad en medio de la catástrofe en la persona de un chelista que toca en las calles de una ciudad asediada por los francotiradores. Imperdibles también El ministerio del dolor, de Dubravka Ugreic, o Como si yo no estuviera, de Slavenka Drakulic, ambas croatas, que narran el dolor del exilio balcánico, las maternidad de las refugiadas de guerra y la omnipresencia de los traumas. Muy recomendable también Andjela, de Vladimir Arsenijevic.
LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER En esta obra coral y polifónica, la Nobel bielorrusa Svetlana Alexiévich da voz a decenas de mujeres sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial y las invasiones del Ejército Rojo en las antiguas repúblicas soviéticas. Narrativa oral donde sencillas mujeres de pueblo comparten su testimonio de fortaleza e integridad en medio del infierno.
Como toda lista, la que aquí comparto con ustedes adolece de una terrible subjetividad y obvia decir que faltan muchísimas obras que merecen la pena ser leídas, como sin duda merecerá la pena leer la literatura que el conflicto en Ucrania nos legará en el futuro mediano o inmediato, pues la guerra, por desgracia, parece ser un lastre eterno, pero este lastre suele heredar inspiración y algunos libros inmortales.
* El autor es escritor.
Publicado en Reforma 27 de marzo 2022
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